La HU108 es una exigente prueba de BTT en formato gran fondo que se celebra en Huesca y en este artículo vamos a analizar paso a paso el recorrido de su 7ª edición, del 17 de mayo de 2025.
Así vivimos la HU108 2025
Llevaba tiempo pensando en acudir a la famosa prueba de Huesca, pero por diversas circunstancias y calendario me ha sido imposible, así que cuando organicé mi calendario de pruebas ciclistas 2025 le dí máxima prioridad.
Viernes 16 de mayo
Normalmente suelo ir y volver en el día a las pruebas ciclistas y, pese a estar a 3h de casa, la HU108 sale a las 10:00am, por lo que me hubiera incluso dado tiempo a llegar madrugando un poco, pero no…sobre todo teniendo autocaravana y pudiendo hacer las cosas relajados.
El viernes 16 de mayo, después de trabajar, me acerqué tranquilamente hasta Huesca, concretamente al parking habilitado junto al Palacio de Congresos (42.130433, -0.399699), donde permitieron la pernocta durante el fin de semana.
Después de aparcar en lo que me pareció un buen sitio, me acerqué a recoger el dorsal y de paso visitar la pequeña exposición que suelen organizar.

Casualmente me encontré con mi amigo Israel Carreras, más conocido como DJLoro, el cual es un ciclista muy potente y acudió a la prueba con el objetivo de mejorar su tiempo de la edición anterior, tanto en la modalidad «Master40» como en la de «Parejas».
Un poco más tarde llegó quién sería mi compañero en esa batalla, Aingeru Monzón, un chaval super majo, ciclista especializado en rutas largas y a quién además, acabamos de nombrar «Hellbiker» oficial dentro de nuestra orden.
Después de cenar, nos retiramos a dormir…y poco más que contar sobre ese primer día.
Sábado 17 de mayo
Pese a tener todo el tiempo del mundo y después de una noche muy tranquila, me levante a las 7:00am…haciendo mucho esfuerzo de no levantarme antes, ya que llevaba desde las 6:00am dándole vueltas al coco y pensando en como enfrentarme al reto que estaba por venir.

Desayunamos, preparamos las bicis y poco a poco nos acercamos a la salida en busca de nuestros cajones de salida.
Aingeru estaba dos cajones más adelante de mí, así que se retrasó hasta el mío para poder correr juntos…al menos durante un rato, ya que nuestros niveles son diferentes y en estos tinglados, cada uno debe encontrar su ritmo.
Bajo una tremenda animación, se dio el escopetazo de salida y poco a poco el gran pelotón formado por unos 1.200 bikers fue poniéndose en marcha.
Como siempre, los primeros kilómetros fueron algo tensos, ya que cada uno intentaba encontrar la mejor posición, sobre todo los que salieron más atrás.
A estas alturas de la película, yo no arriesgué nada, así que dejé que me pasaran sin ningún problema…hasta que llegamos al primer atasco.
Pensé que había pasado algo más grave, pero resulta que había un charco algo grande y la gente andaba esquivándolo.
Soy un ciclista con bastante experiencia en estas batallas, así que aproveché la «finura» de estos bikers para adelantar muchísimos puestos haciendo lo que suelo llamar «un Moisés», es decir, cruzar los charcos por la mitad, a gran velocidad y abriendo las aguas a mi paso…jajaja.
Los primero kilómetros no entrañaron ninguna dificultad, salvo la de los apelotonamientos producidos por los enormes charcos que habían quedado de una temporada terrible de intensas lluvias.
Pasamos por las poblaciones de Chimillas (Km8), Castillo de Anzano (km 20 y en el kilómetro 25 llegamos a Bolea, donde encontramos el primer avituallamiento sólido, líquido y el primer punto de corte a las 12:00am.
Cómo llegamos con tiempo de sobra, nos lanzamos sin dudarlo a por el primer reto del día, el Alto de Aniés.

La subida es larga, con alguna herradura puñetera, pero con paciencia conseguimos llegar hasta arriba sin mayor percance.
El piso no está mal, pero en algunas ocasiones la grava de la pista estaba algo suelta, por lo que los menos experimentados o no tan hábiles, tuvieron algún problemilla técnico.
16 kilómetros después de haber pasado por el avituallamiento de Bolea comenzó una bajada no complicada, pero si en la que había que estar atentos. El suelo de grava y las curvas cerradas, dieron algún susto que otro a quienes se confiaron demasiado.
En mi caso, ya sabéis que soy afectado de esclerosis múltiple, por lo que no arriesgué ni media…aún así, quedé contento con el ritmo de bajada. La pena fue que en un bache golpeé la cámara con la bolsa del sillín y rompí el soporte de la Gopro 4 encargada de recoger las imágenes traseras. Por suerte, aunque salió disparada, la encontré pero sin soporte…quedó inutilizada.
En el kilómetro 50 volvimos a pasar por el avituallamiento de Bolea, ya que ese ascenso hace un bucle de 25km.
Pibolea, Lierta, Nueno…pueblos que atravesamos a un buen ritmo, gracias a un camino sin dificultades técnicas, hasta llegar al avituallamiento del kilómetro 68 en Sabayés.
Paramos, cogimos fuerzas y salimos a por el segundo reto del recorrido. Un bucle de 12 kilómetros donde ascendimos 8 de carretera y pista para perder todo lo ganado en 4 kilómetros.
Según comienzo a subir, noto que el cambio empieza a hacer un ruido raro y empieza a escupirme la cadena del plato. Me paro, la coloco y nada más empezar, fuera de nuevo. Así 4 veces hasta que me paro para ver más detenidamente que narices pasaba y…un diente del plato doblado hacia afuera. Así no podía seguir y, evidentemente, no tenía ninguna intención de retirarme, así que tocó hacer algo el McGuiver. Aunque llevo un pequeño kit de emergencia, no suelo llevar alicates, así que agarro una piedra y «tras», intentando enderezarlo, parto medio diente. Lo bueno, es que con el medio diente que me quedó engranaba perfectamente, así que monté y a seguir con la labor del día.

El ascenso al Salto de Roldán no es para nada complicado, ya que se hace gran parte por una carretera estrecha pero bien asfaltada. Las vistas son preciosas, lo que ayuda a disfrutar del paisaje. Cuando piensas que has llegado arriba, comienza un tramo algo más complicado de pista rota y con algún repechón.
Cuando alcanzas la banderola, significa que ya has terminado de escalar y toca llanear un poco por un sendero algo estrecho, en mi opinión, el tramo más técnico de todo el recorrido. Hubo un pequeño tramo que decidí hacer a pie unos metros y así evitarme problemas de caídas. Por lo demás…sin mayor dificultad.
Después vinieron un par de rampones de bajada de piedra suelta, pero sin mucha complicación y a la altura del kilómetro 81, justo antes de cerrar el bucle de Sabayés, tuvimos que darlo todo para poder subir el rampón del puente que preparan para pasar por encima del inicio del bucle.
Tengo que reconocer que me puse algo nervioso por miedo a quedarme atrancado a media rampa y caerme de espaldas, pero quitando piñones e inclinándome hacia adelante, lo superé sin problemas.
Una vez llegué al avituallamiento de Sabayés, digo llegué porque mis compañeros ya me habían dejado y estaban haciendo su carrera, me di cuenta de que había perdido la cámara On Board, es decir, la que llevo en el manillar y utilizo para ir grabando sensaciones durante la prueba, a demás de tomas sueltas más «artísticas».
No os podéis hacer una idea de la frustración que me invadió…tanta que arranqué sin tomar ni reponer nada y pedaleé como un poseído…hasta que en el kilómetro 90 aprox, me encontré con un miembro de la organización y le comenté el tramo en el que había perdido la cámara.
En es tramo me encontré con otro participante con el que llevaba coincidiendo durante la prueba y ya habíamos hecho hasta amistad…jajaja.

Sobre el kilómetro 96, solté el Hoverair X1 para hacer unas tomas del Castillo de Montearagón. Si os soy sincero, la estampa del camino de grava, entre un entorno semidesértico con el Castillo de fondo, me pareció realmente idílico.
Finalmente con una media de 22km/h y la sensación de ser capaz de volver a dar otra vuelta al recorrido, terminamos la 7ª edición de la HU108, la prueba Gran Fondo BTT de Huesca.
Conclusiones sobre la HU108
He de reconocer que hacía tiempo que no tenía una prueba con tantas catástrofes como en esta ocasión: soporte trasero roto, diente del plato roto y cámara perdida. Pese a todo, he de decir que disfruté muchísimo de ese día.
Realmente mi vida está sometida a muchísimo estrés, por lo que poder bloquear toda esa rutina para poder disfrutar de un día sólo para mí y hacer lo que me apasiona, andar en bici, es todo un lujo.
El recorrido de la HU108 es muy equilibrado y relativamente asequible para cualquiera que tenga un mínimo de forma y esté habituado a la bici de montaña. De hecho, me arriesgaría a decir que se puede hacer con bici de grável, si tienes buen nivel técnico.
Los caminos son fáciles, en los que no es complicado meter medias altas y las subidas son bastante tendidas y con poca dificultad, por lo que únicamente tienes que centrarte en pedalear y no en evitar romperte la crisma en un sendero técnico.

Si eres de esos bikers a los que le gusta las rutas allmountain o enduro, la HU108 no es tu prueba, pero si eres amante de las largas distancias, te gusta apretarte y correr contra el crono en un entorno privilegiado, sin lugar a dudas, debes venir a probarla.
A nivel organizativo, tiene un nivel muy alto. Además de una muy buena señalización, hay gente en todos los cruces, los avituallamientos están bien surtidos y la asistencia técnica nunca falta, por no hablar de las motos y vehículos asistenciales, que andan continuamente para arriba y para abajo.
Lo que más me llamó la atención, fue la presencia del ejército dando apoyo en los cruces, concretamente la División Castillejos del Ejército de Tierra. No se si es algo típico de esa zona, pero nosotros no estamos acostumbrados a ver a miembros de este cuerpo dando asistencia en una prueba deportiva.
Otro detalle que no he mencionado hasta ahora, es que la HU108 tiene un caracter solidario y donan parte de lo obtenido a la Fundación «El Sueño de Viky«, dedicada a la investigación del cáncer infantil.
Había oído hablar muy bien sobre esta prueba, la adicción que crea alrededor de ella…y he de anunciar que ahora soy un nuevo creyente. Pese a la serie de catastróficas desdichas, disfruté muchísimo de una prueba que está hecha a mi medida: distancia larga, no muy técnica, ambiente increíble y lo más importante, un paraje de lujo.
¿Nos robaron en la HU108?
Es muy posible que te estés preguntando la razón del título de la foto del artículo y el VLOG de la prueba: «Nos roban en la HU108». La respuesta es sencilla, además de hacer un poco de «clickbait» para generar más de interés, es por una broma que tuvimos entre nosotros, ya que la prueba tiene 104kms y no 108kms como su nombre indica, lo que nos dio la oportunidad de hacer un poco de guasa con ello.
VLOGS: Nos roban en la HU108 y Así vivimos la HU108 2025
En este artículo he tratado de contar con palabras el modo en el que vivimos esta increible prueba, pero si eres de esas personas que prefieren una imagen antes que mil palabras, aquí te dejo el VLOG que grabamos.
Te advierto que al haber perdido la camara On Board, no es un vídeo tan detallado como los que os presento en otras ocasiones. Si la cámara perdida aparece finalmente, prometo hacer una nueva edición más parecida a las que os tengo acostumbrados:
Poco después de haber editado y subido el VLOG anterior, Paula de Huesca, contactó conmigo, ya que había encontrado la cámara. Estaba algo magullada, pero totalmente funcional y, lo más importante, la tarjeta de memoria se encontraba intacta, así que hice una nueva edición, pero esta vez más centrada en los comentarios y sensaciones hechos durante la prueba:
TRACK HU108
Si quieres hacer el recorrido por tu cuenta, aquí te dejo el enlace a Wikiloc, para que puedas descargar el track:
¿Has participado en alguna edición de la HU108?¿Qué opinión tienes sobre esta prueba?
Da gusto seguirte para ver tus «locuras». No voy en bici pero al recien nobrado hellbiker lo conozco. JAJAJA