• Marchas BTT
  • Rutas BTT
  • Mecánica
  • Material
  • Tecnología
  • Entrevistas
  • Otras
    • Salud
    • Opinión
    • Rutas senderismo
    • Retos Solidarios
  • Quién soy
    • El menda
    • Colaboraciones y participaciones en otros medios
  • Buscar
  • Menu
  • Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer

Pedales y Zapatillas

Rutas de mtb y senderismo para escapar del sofá

  • Marchas BTT
  • Rutas BTT
  • Mecánica
  • Material
  • Tecnología
  • Entrevistas
  • Otras
    • Salud
    • Opinión
    • Rutas senderismo
    • Retos Solidarios
  • Quién soy
    • El menda
    • Colaboraciones y participaciones en otros medios
  • Buscar

Los 10.000 del Soplao 2013: El infierno cántabro

Estás aquí: Inicio / Marchas BTT / Los 10.000 del Soplao 2013: El infierno cántabro
diezmil del soplao

23/05/2013 //  by pedalesyzapatillas//  19 Comments

diezmil del soplao
Por fin llegó el día… El viernes 17 de mayo, después del trabajo y con muchos nervios por no olvidarnos nada, cargamos el coche de Jorge con los bártulos y las bicis y pusimos rumbo a Cabezón de la Sal (Cantabria) para participar en una de las pruebas titánicas de BTT: Los 10.000 del Soplao.

en la linea de salida
Llegamos a las 8 de la tarde y, nada más llegar, fuimos directamente a las carpas donde formalizamos la inscripción y recogimos los dorsales. Había mucho ambiente y stands para ver (y eso que hacía un frío que pelaba y lloviznaba), pero como era muy tarde y el resto del grupo, que había llegado hacía bastante tiempo, nos estaba esperando para cenar, fuimos directamente a la casa que teníamos alquilada en Mazcuerras.

Antes de la cena, dejamos las bicis preparadas con los dorsales, cámaras, botellines, etc, porque con los nervios previos a la carrera es fácil olvidarse de algo.

Después de una noche larga, donde no pegamos ojo por el curru curru que llevábamos, llegó la hora de levantarse.

Desayunar, parapetarnos con barritas, geles, sales isotónicas y como rayos hacia la calle de salida, ya que si tardas mucho, el pitote que se puede uno encontrar es increíble.

Sobre las 07:15 nos colocamos en la parrilla de salida, donde los nervios nos hicieron decir más tonterías de lo normal. Casi sin darnos cuenta oímos los cohetes que daban la salida, y al ritmo del sonido de las zapatillas encalándose, nos pusimos en marcha.
hoja de ruta
Nos costó unos 5 minutos cruzar el arco de salida, lo cual no es mucho teniendo en cuenta que salíamos casi unos 4.000 ciclistas a la vez y a los últimos les pudo costar más de 15 minutos hacerlo.

La salida discurrió entre pequeños tapones formados por el tumulto de participantes y los «listos» que intentaban ganar alguna posición culebreando entre la masa de aluminio y carbono que inundaba las calles de la localidad cántabra.

Al pelotón le costaró bastante estirarse, por lo que las primeras cuestas fue imposible hacerlas montados en las bicis, así que tocó tirar de patita.

Tras un rodar más apretado de lo que estamos acostumbrados, la subida de San Vicente del Monte, con sus posteriores tramos rompe piernas, comenzó a poner a cada uno en su sitio, dando algo de espacio y comodidad para rodar.




Las cuestas de cemento, con un alto porcentaje de desnivel (calculo un 30%) crearon unos tapones impresionantes, que sumando los listillos que iban intentando meterse delante de ti por donde no había espacio, hizo que tanto el de delante como yo echásemos pie al suelo, en una zona donde se me hacía difícil volver a subirme a la bici, pero del tumulto de espectadores rápidamente salió un aficionado que me agarró el sillín y al grito de “encálate, que yo te sujeto”, así que recuperé el ritmo rápidamente. Fue un gran momento, ya que sientes el calor de la gente que anima sin escatimar energías.

Este primer tramo alternaba asfalto, cemento y grandes cantidades de barro, por lo que tras una bajada, nos limpiaron las bicis con mangueras a presión.

Después de un deambular más o menos aparatoso, llegamos al Alto del Soplao, donde había un avituallamiento lleno de gente, por lo que decidimos no parar y quitarnos masa del medio, para poder hacer la prominente bajada que nos esperaba con menor tumulto, pero…no fue así, ya que había gente para atorar todos los caminos y avituallamientos.

La bajada era bastante peligrosa, tanto por la verticalidad de la misma, como por la cantidad ingente de barro que había, a lo cual, si le sumas gente a paladas, tienes el coctel perfecto para una desgracia.

Alguno besó el suelo en la zona de barro, pero lo que más impresionó fue un chico que se había caído en la segunda parte, en una bajada de cemento muy peligrosa, y había perdido el conocimiento. Daba la impresión de que se había roto la clavícula, pero como ya estaba siendo atendido por otros participantes, decidimos no crear tapón y bajamos rápidamente al pueblo que había más abajo para dar el aviso.

Allí nos limpiaron las bicis con hidrolimpiadoras Karcher, por lo que la bici recuperaba algo de soltura y pudimos continuar la marcha sin problemas.

Enseguida se formó otro tapón al llegar a un rio bastante caudaloso y, como nadie quería meter el pie en el agua (no, no había puente), nos costó un buen rato pasarlo. Allí vimos todo tipo de situaciones, gente que pasó por el medio del rio, bicis que se cayeron al agua y se las llevaba la corriente (ahí se ve que era de carbono…jaja), gente que perdía los nervios porque muchos se colaban y no respetaban a quien intentaba cruzar por las resbaladizas rocas…

Con mayor o menor dignidad conseguimos salvar ese obstáculo y seguir nuestro deambular hacia Monte A.

La subida no es que fuese especialmente difícil, pero debido al calor que empezaba a hacer se me hizo un poco tediosa, así que decidí parar unos minutos para quitarme algo de ropa y respirar un poco. Ahí es donde perdí a Jorge, mi compañero de andanzas, quién pensaba que yo iba por delante, así que apretó para intentar cogerme, pero yo iba por detrás, intentándole coger a él, cosa que me fue imposible.

El tramo de llaneo que hubo hasta Ruentes estuvo lleno de incertidumbre, ya que me entraron dudas sobre si no había visto a mi compañero y tal vez se quedó atrás esperando o si había seguido, así que todo se convirtió en un ciclar irregular, donde iba más o menos rápido dependiendo de la idea que prevalecía en cada momento.

Cuando ocurren estas cosas solemos quedar en el próximo avituallamiento, pero no sabía cuál podría ser el adecuado, ya que había puestos de asistencia técnica y no veía la bici de Jorge. Así crucé el puente de Ruentes, donde había gran cantidad de espectadores y animación, hasta llegar finalmente a un avituallamiento muy grande y multitudinario, donde consideré que de estar…ese sería el lugar.

Allí vi llegar a Vicente, otro de nuestros compañeros de mil andanzas, que sabía que venía por detrás, y me confirmó que no le había visto. Finalmente lo veo aparecer entre la multitud y, resulta que me estaba esperando un poco más arriba, atiborrándose de bocatas de jamón serrano y sándwiches de queso y jamón york.

Miramos la hora y…sorpresa! habíamos tardado casi 5 horas en hacer esos 60 míseros kilómetros, así que subimos un poco el ritmo, ya que nos temíamos lo peor, llegar de noche y así que nos lanzamos a por la temible subida de 17 km de El Moral.

Respecto al Moral, decir que es una guerra más psicológica que física. Se trata de una subida de 17 km muy tendida, pero sin ningún tramo llano o ligera bajada. Lo peor es que vas viendo todo el trayecto en zig-zag de lo que te queda de subida, por lo que hace que puedas llegar a desesperarte. Hubo un par de veces que decidí realizar algún tramo andando, porque me veía agotado de tanto peregrinar.

En esta subida volví a encontrarme con Vicente y aprovechamos para ir de charleta, por lo que se nos hizo más ameno el tema.

Finalmente conseguimos coronar el puñetero Moral…con la “moral” un tanto comida. Arriba me junté nuevamente con Jorge, que me iba esperando en todas las cimas, pese a decirle que no me esperara, ya que le estaba lastrando. Hay días que andas y otros que no hay manera, pues este fue uno de esos en los que cada pedalada te cuesta diez veces más de lo normal. El largo y divertido tramo de descenso posterior nos levantó el ánimo y volvimos a recuperar el ritmo de la marcha.

Con poco tiempo de maniobra comenzamos a subir el siguiente pico: Cruz de fuentes. Una subida larga y dura, pero mucho más llevadera que la anterior, ya que al menos tenía pequeños llanos o incluso bajaditas que rompían la monotonía del largo penar. Algo que ayudó mucho también fue que no ibas viendo continuamente lo que tenías por delante, así que para cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos arriba.

Después de este escalar de casi 20 km, pudimos disfrutar de una corta bajada para volver a subir, esta vez a Ozcaba.

Para estas alturas ya había perdido totalmente el ritmo de pedalada respecto a mi compañero Jorge, por lo que cada uno siguió a su ritmo. Hay que entender que cuando uno va muy bien y el otro no consigue tirar, lo mejor es cortar la cuerda y que cada uno lleve su ritmo. De otra manera la situación es perjudicial para ambos, reventando al que va más lento y rompiendo el ritmo al que va mejor. Es una pena no poder terminar juntos, pero el ciclismo es así y finalmente se convierte en una lucha contra uno mismo.

Después de bajar Ozcaba, llegamos a Correpoco donde nos tocó pasar camino de Renedo por la que considero la peor parte del recorrido. Se trata de una calzada romana, imposible de ciclar ya que era una mezcla de barro muy líquido con piedras afiladas y resbaladizas, donde se nos hacía difícil hasta caminar. Fue un tramo de poco más de un km donde perdimos media hora larga, en un triste deambular de gente acarreando las bicis por una zona que no aportaba gran cosa, salvo un descenso que nos llevó directamente hasta la sorpresa de la edición de este año: El Negreo.

Con 136 km encima y anocheciendo, enfrentarse a una subida con rampas de cemento del 25%, por unos cortes totalmente pelados, sin árboles que te mostraban en todo su esplendor la terrible tortura que quedaba hasta coronar sus 855 metros de altura, fue desolador. El ascenso comenzó desde unos 300 metros de altitud aproximadamente y teníamos por delante 7 km de auténtica penuria. Las herraduras, donde se ganaba bastante altitud las realicé andando, para no gastar las pocas fuerzas que me quedaban e intentar terminar montado las interminables rectas que zigzagueaban por la ladera. Era frustrante ver que montado hacías una media de 5 km/h y andando unos 4 km/h, pero como se estaba haciendo de noche y empezaba a lloviznar, todo lo que fuese ganar algo, lo intentaba aprovechar.




Viendo que la oscuridad empezaba a rodearnos, no hacía más que maldecir mi mala cabeza por haberme dejado el frontal de luz en la maleta con la ropa. Alguien dijo que después de esa larga bajada, sólo quedaba carretera hasta la meta, por lo que bajé más o menos animado, intentando vislumbrar el camino, siguiendo el trazado más blanco para evitar el salirme del mismo. Llevé puestas las gafas de cristal amarillo todo el tiempo que me fue posible para tener las pupilas lo más abiertas posibles y así acostumbrarme más fácilmente a la oscuridad, por lo que conseguí bajar bastante rápido. Eso sí, conlas suspensiones abiertas para absorber todos los baches que no veía.

Una vez abajo, casi se me cae el alma a los pies cuando oigo a alguien de la organización decir: “Venga chavales, que ya solo os queda la última subida!!”.

La subida y posterior bajada de Collada Carmona no la había tenido en cuenta, pero bueno, me uní a un grupo de 4 bikers que llevaban buena luz y pudimos escalar bien. Delante iba uno con una potente luz, en medio iba yo, y detrás otros tres, por lo que no echaba en falta la luz, pero de repente todo se quedó a oscuras. Miré para atrás y los tres que venían iluminando por detrás se habían caído en una de las muchas trampas de barro, y las luces alumbraban al cielo. El que iba delante se dio la vuelta, ya que eran amigos e iban juntos. Tras cerciorarme de que no había pasado nada y estaban bien, el cerrado sirimiri que caía, frío como hielo, no me dio mucho tiempo de reacción y pensé: “jolin Raúl, en menudo lío te has metido…pero sólo te queda una salida, tirar para adelante”. Fue una de las bajadas más rápidas que he realizado en mi vida y el objetivo se convirtió en ir cazando a los bikers con luz que veía a lo lejos, adivinando el trazado en función de lo que hacían ellos. Cuando daban una curva…total oscuridad, después nuevamente luz al fondo.

Con mayor o menor fortuna llegué abajo, arrastrando un terrible chirrido producido por los frenos del calentón que les había dado (luego me dijeron que tenía las pastillas cristalizadas del exceso de calor). Empezamos a cruzar ciertos puentes y pasos que me resultaban conocidos de haber pasado por allí en dirección contraria, y cuando ya alcanzamos la carretera, se me abrió el cielo. Me había currado unos 10 kilómetros de descenso en la más absoluta oscuridad, adivinando el camino y apoyado en alguna ocasión por los coches de protección civil que aguardaban en algunas curvas.

La lluvia era cerrada y el frío intenso. La temperatura había caído hasta los 6ºC y el cuerpo ya no conseguía generar calor, por lo que me metí en un pelotón que circulaba a buen ritmo. El problema era que estaba tiritando y pese a que tenía en la mochila otra chaqueta de refuerzo y unos guantes de neopreno, no era momento para pararse. Valorando rápidamente las opciones que tenía, decidí apretar la pedalada para intentar entrar en calor. Llevaba plato mediano y piñón pequeño, por lo que intenté pasar al plato grande, pero tenía las manos tan entumecidas que me resultó imposible accionar el rapidfire para cambiar (ahí me acordé de la utilidad de los actuales cambios electrónicos), así que tal y como estaba conseguí entrar en Cabezón de la Sal a unos 45 km/h, botando en el sillín.
finisher del soplao
La entrada a fue un poco complicada, ya que se juntaron unos coches que obstaculizaban el paso y tuvimos que serpentear entre ellos, y como os podréis imaginar, no es que estuviésemos muy sobrados de energías y destreza. Aún así conseguimos entrar en meta, marcando un tiempo de 14 horas y 50 minutos, donde en mi vida me había alegrado tanto de oír mi nombre: “Raúl!! Raúl!! Aquí!!”. Era la voz de Vicente, que había tenido una caída seria en el km 135, rompiendo la maneta de cambio y teniendo que retirarse, e incapaz de quedarse en la casa sabiendo que estábamos sufriendo por ahí, junto a Ander (llevaba un coche que sirvió de apoyo durante la carrera), vinieron a buscarnos con la furgoneta para llevarnos a la casa. Eso es un gran compañero y desde aquí le reitero lo que le he dicho muchas veces, gracias por lo bien que me atendió al llegar en tan malas condiciones.

Ander me hizo la foto finisher para tener un recuerdo de ese gran día y de una prueba que realmente me va a marcar un antes y un después en mi vida, tanto deportiva como personal. No iba con la intención de hacer tiempo, mi objetivo era terminar, superarme a mi mismo, marcándome un reto como ese, y lo conseguí…aunque casi me quedo por el camino…

Una vez en la casa de alquiler, duchados, calentitos y con todos los componentes del equipo ya a salvo, cenamos y contamos las anécdotas de lo que denominan “El infierno Cántabro”.

Aquí tenéis el vídeo de la marcha.

Mi opinión

La conclusión final es que es una carrera que merece la pena hacer, al menos una vez en la vida. Te puede gustar más o menos, puedes estar en desacuerdo con ciertos tramos o lo que sea, pero…en su conjunto es lo que la hace grande.

Como frase que resume muy bien todo, me quedo con la que dijo una chica que animaba en el alto de Cruz de Fuentes: “No pongas esa cara tan seria, que al fin y al cabo…al Soplao te has apuntado tu solito”.

Habrá un Soplao 2014 para mí?…la verdad es que no lo sé, ya que el Infierno Cántabro 2013 me ha comido, masticado y casi digerido. Finalmente he conseguido salir finisher de la prueba, pero no es de personas inteligentes tentar a la suerte dos veces.

participantes
De izquierda a derecha: Javi, Jorge, Vicente y el menda

Para finalizar mí relato, quiero dar las gracias a los compañeros del CDC Virgen de Aiala-Dulantzi: Manolo, Luis, Leku, Álvaro y Ander, por el buen ambiente y la agradable convivencia en la casa. A Javi (Jziri) por la alegría y el buen rollo que lleva siempre consigo. Vicente…ay Vicen, no solo las agradables charlas y la motivación que inculca siempre, sino esa voz que me recogió de la multitud y me llevó al calor de un sitio amigo en la llegada. Jorge, bueno que más puedo decir de mi gran compañero de mil batallas que no haya dicho ya en todos los artículos que escribo. Como pago le he convertido en uno de los “culos” más sexys de los videos de ciclismo de internet, ya que es a quien grabo siempre que salimos.

No me quiero olvidar de los cientos de espectadores y aficionados que animaron de lo lindo, haciéndonos dar lo mejor de nosotros mismos. Sentimos el calor de la gente en cada curva y en cada repecho del trayecto.

Una mención especial a los organizadores de esta increíble prueba BTT para que sigan con las fuerzas y la ilusión necesarias para seguir organizándola año tras año.

Todavía nos quedan grandes “dragones” a los que enfrentarnos, pero mientras siga reinando el buen ambiente y la cordura, saldremos ganadores, independientemente de que terminemos la carrera o no.

Si queréis descargar el track, podéis hacerlo en Wikiloc. Es un link de mi amigo Javi (Jziri), ya que yo me quedé sin batería en el km 101.

¿Has realizado alguna vez el Soplao? ¿Qué opinión te merece? ¿Volvería a realizarla?

Si te ha parecido útil, ¡compártelo! ;D
Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
Linkedin
Share on pinterest
Pinterest
Share on whatsapp
Whatsapp
Share on email
Email

Categoría: Marchas BTTEtiqueta: Cantabria

Previous Post: «enoaventura IV Travesía BTT Enoaventura 2013
Next Post: XIV Marcha de BTT Montes de Gasteiz 2013 Olarizu»

Reader Interactions

Comentarios

  1. galen_1

    23/05/2013 at 7:14 pm

    Sólo decirte una cosa…ENHORABUENA!!!! Menuda salvajada de prueba y la terminaste, con eso ya está todo dicho!!!

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      23/05/2013 at 9:00 pm

      Gracias por la felicitación y los ánimos. La verdad es que si es un tanto "salvaje" la prueba, y más con este invierno interminable que estamos teniendo, que no nos ha dejado salir a rodar todo lo que hubiesemos necesitado. Como se suele decir, no es una carrera contra el crono, sino contra uno mismo, y el factor psicológico te puede vencer. Por suerte, conseguimos salir del reino de Hades justo antes de que nos tragase…jeje

      Responder
  2. Ibilbideak

    23/05/2013 at 7:40 pm

    A descansar! que menuda paliza. Curioso eso del cicloacuático en el río… Imagino las penurias del final sin luz…

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      23/05/2013 at 9:02 pm

      Aupa Mikel! la paliza si que fue curiosa, pero menos de lo que me esperaba. Solo he estado cansado, pero sin mas dolores, lo que me da rabia, porque eso significa que podía haberme esforzado más.
      Lo de hacer ese último tramo sin luz si que fué una penuria…y peligroso, pero bueno, menos mal que uno es de Durango, que si llego a ser de otro lado, igual no salgo entero…jajaja

      Responder
  3. David

    23/05/2013 at 9:40 pm

    Mi más sincera enhorabuena!!!!
    Solo acabar esta prueba demuestra el tipo de deportista que eres. A descansar y muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia.
    Un saludo

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      24/05/2013 at 5:59 am

      Gracias David, más que deportista…cabezón…jaja. Ya sabes, si lo puedo hacer yo, lo puede hacer cualquiera, así que dentro de nada nos estarás contando tus propias experiencias en el Soplao.
      He estado tentado de ir el próximo domingo a Campezo, pero…pensandolo friamente, mejor descanso esta semana, que sino lo voy a pagar.
      Mucha suerte en la marcha y ya nos contarás como te ha ido, que además va a hacer buen tiempo!!

      Responder
  4. Juan Gabriel (Nenuquin77)

    23/05/2013 at 10:16 pm

    CHAPEU!!! impresionante crónica (casi que he podido sentir el frío y el cansancio en mis huesos) y desde luego ¡OLE AHÍ TU WEBOS!. Viendo el vídeo me hago una idea del peligro que tiene ese barro donde no agarran las cubiertas y sobre todo, el peligro añadido de llevar en una ruta a tantísima gente (ya me pasó en la Talajara, que en los cualquier tramo, por simplon que parezca, tienes que ir con 1000 ojos)

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      24/05/2013 at 6:02 am

      Ayyy Nenuu! que te voy a contar a tí, que eres un superviviente de mil batallas contra los elementos y el gentio. Los drásticos cambios de temperatura fueron un punto muy a tener en cuenta, ya que te cocias en las subidas y luego granizaba o chispeaba en las cimas (agua fria como hielo, con fuerte viento).
      La gente es algo "muuu malo"…jaja, por eso intentaré que no me lien para embarcadas que superen los 500 participantes, porque como bien dices, el tramo más simplón se puede convertir en una trampa mortal.
      Estoy a la espera de tu próxima "locura"!

      Responder
  5. Guille

    24/05/2013 at 11:05 am

    Enhorabuena! Gracias por compartir tu locura!

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      24/05/2013 at 5:34 pm

      No estoy loco! mi madre me mando hacer pruebas, y estoy más o menos como cualquier aficionado al BTT…jeje.

      Responder
  6. manu alvarado

    24/05/2013 at 2:17 pm

    ¡¡¡¡QUE GRANDES SOIS!!!!.Raul,Muy bueno el articulo como todos los que haces,¡¡¡¡¡ENHORABUENA!!!!.Y que conste una cosa,Mi Esposa y Yo estuvimos "ALLI",en la meta y la verdad es que fue Impresionante,"Con la que estaba cayendo y la que cayó durante el día pero es que al final y a la noche apartir de las seis siete de la tarde,fue de miedo.Sois unos FENÖMENOS.

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      24/05/2013 at 5:35 pm

      Uno hace lo que ve, y me he criado viendo un gran ejemplo de fuerza, honor y superación.

      Responder
  7. Marivi Alvarado

    24/05/2013 at 4:18 pm

    Que grande eres Raul, no sabía que eras tan tan fenómeno.
    Un beso muy fuerte y adelante.
    Te quiero enano.

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      24/05/2013 at 6:17 pm

      Es que la gente no sabe los genes que tengo, y que juegan por ello con desventaja…jaja.
      Un besazo!!!

      Responder
  8. Antonio J. Prado

    26/05/2013 at 11:06 am

    Enhorabuena crack. Llegó aquí desde fc, y como te he dicho es una pasada leer las crónicas de los demás. Te vienen tus vivencias a la mente, gracias.

    Aquí te dejo la mía por si te aburres.
    http://ccgrotesco.blogspot.com.es/2013/05/cronica-de-los-10000-del-soplao-2013.html?m=1

    Responder
    • pedalesyzapatillas

      26/05/2013 at 8:58 pm

      Aupa Antonio, Enhorabuena a ti tambien, tanto por la pedazo carrera que te curraste como la increible crónica que has realizado. He disfrutado mucho de cada linea.
      Como bien dices, es curioso como preparamos unos las marchas, con una hoja de ruta detallada y un minucioso trabajo de investigación, y otros simplemente van a la aventura. Cada uno somos un mundo, y si hay 4000 participantes, hay 4000 historias distintas detrás de cada uno de nosotros.
      Un lujo haber corrido con gente como tu, con la cual espero volver a coincidir.
      Un saludo y gracias por tus reflexiones.

      Responder
  9. Emilio Nanclares

    17/06/2013 at 7:47 pm

    Enhorabuena!!! Que tío!! Y lo sé porque yo estuve allí pero abandoné subiendo la Cruz de Fuentes. Este año he entrenado muy duro, pero es mi primer año de entreno y a los 3000 de desnivel mi cuerpo se apajara, estaba entumecido x el frío… así que decidí no llevar mi cuerpo más allá de lo desconocido. Yo tb vivo x Vitoria. Ya te he dejado una reflexión en cuanto al entreno del rodillo vs spinning. Bueno, que gran crónica y experiencia. El próximo año lo intentaré de nuevo D.m.

    Responder

Trackbacks

  1. Ruta BTT por los acantilados de La Galea, Vizcaya - Pedales y Zapatillas dice:
    15/02/2016 a las 9:16 pm

    […] grandes rutas y grandes momentos, como la Euskadi Extrem 2012, la ruta Amorebieta-Lekeitio o los 10.000 del Soplao 2013. Con su Cannondale Lefty, ahora trucada a 130 mm, no hay rodera o salto que se le resista. Vicen es […]

    Responder
  2. Qué cubiertas para mi bici MTB comprar – 2ª parte - Pedales y Zapatillas dice:
    15/02/2016 a las 9:20 pm

    […] Cobra 2.25. Son un modelo que me ha sorprendido mucho, siendo la combinación que usé en Los 10.000 del Soplao 2013, donde se defendieron bien en los barrizales, pese a ser su punto fuerte los terrenos secos y […]

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  Acepto la política de privacidad

Información sobre protección de datos

  • Responsable: Pedales y Zapatillas
  • Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios
  • Legitimación: Tu consentimiento
  • Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  • Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.
  • Contacto: admin@pedalesyzapatillas.com.
  • Información adicional: Más información en nuestra política de privacidad.

Primary Sidebar

Cubiertas mtb baratas

¿Quieres enterarte cuando publico un nuevo artículo?


    Te informamos que los datos de carácter personal que nos proporciones rellenando el presente formulario serán tratados por Pedales y Zapatillas como responsable de esta web. Finalidad de los datos: Envío de boletines de nuevos artículos, productos, noticias y ofertas si el usuario lo requiere. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Khirucode SL (UE). Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

    * Prometo no enviarte correo basura…


    Entradas recientes

    • 34ª Cicloturista Internacional Bilbao-Bilbao 2023
    • ¡Youtube me quiere cerrar el canal!
    • ¡Cómo reparar un corte en el flanco de una cubierta tubeless echando virutas!
    • Yeti Bike Race Nepal, la gran aventura de tu vida
    • Adicción a los tatuajes

    Mis rutas

    • Wikiloc
    • Mugibili

    Sigue este blog en Bloglovin

    Follow

    Comentarios recientes

    • ADN Liébana en Calendario Ciclista 2023 de pruebas BTT y Cicloturistas
    • pedalesyzapatillas en Calendario Ciclista 2023 de pruebas BTT y Cicloturistas
    • ADN Liébana en Calendario Ciclista 2023 de pruebas BTT y Cicloturistas
    • pedalesyzapatillas en Calendario Ciclista 2023 de pruebas BTT y Cicloturistas
    • Yosu Diaz de Cerio Ramsden en Calendario Ciclista 2023 de pruebas BTT y Cicloturistas

    Footer

    Nos vemos en las redes

    • Facebook
    • Instagram
    • YouTube

    Otros enlaces

    • Contacta
    • Política de privacidad
    • Aviso Legal
    • Política de cookies
    • Uso de los contenidos del blog (CC)

    Afiliación

    La web de Pedalesyzapatillas utiliza programas de afiliación.
    ¿Qué significa esto?
    Cuando recomiendo algún producto, pongo enlaces a tiendas online que utilizo y, por cada compra que realizas, me llevo una comisión sin que a ti te cueste más dinero.
    Esas comisiones me permiten seguir manteniendo esta web, pagar el alojamiento, el dominio y, lo que es más importante, las inscripciones a muchas de las marchas para después poder enseñaroslas.
    Siempre escribo sobre productos y tiendas que he probado por lo que podréis leer lo bueno y lo malo.

    © 2023 · Pedales y Zapatillas · Todos los derechos reservados · Licencia de Creative Commons

    Gestionar el consentimiento de las cookies
    Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo.

    Utilizamos anuncios de Google y nuestros partners recogerán datos y usarán cookies para ofrecerle anuncios personalizados y medir el rendimiento. Descubre cómo recogen y usan los datos en nuestra política de cookies.

    El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
    Funcional Siempre activo
    El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
    Preferencias
    El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
    Estadísticas
    El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
    Marketing
    El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
    Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar proveedores Leer más sobre estos propósitos
    Ver preferencias
    {title} {title} {title}