Vas tranquilamente a lo tuyo y derepente, el manillar de la bici se empieza a mover descontroladamente. A eso se llama el efecto Shimmy.
VLOG: Qué genera el efecto Shimmy en bicicleta de carretera y cómo evitarlo
Origen del Efecto Shimmy
Se denomina efecto Shimmy cuando la bicicleta adquiere una frecuencia de vibración que acaba afectando al manillar.
El origen de esa vibración suele darse cuando llevamos cierta velocidad en la bicicleta y un elemento extraño como por ejemplo una turbulencia, un bache o incluso un movimiento extraño del propio ciclista inicia una frecuencia de resonancia que hace que toda la bicleta vibre, siendo el punto más notable misma el manillar.
La resonancia no es que tenga especial gusto por tirarnos de la bici, sino que el conjunto de dirección, formado por horquilla y manillar es el elemento móvil más sensible de todo el conjunto.
Por regla general el efecto Shimmy se suele dar en las bicicletas de carretera, ya que las MTB disponen de suspensiones que absorven las vibraciones.
Cómo evito el efecto Shimmy
Las bicicletas actuales cuentan con buenos cuadros y unas geometrías muy estudiadas para evitar estos problemas, pero por ejemplo las bicis que mezclan aluminio y carbono suelen ser más propensas a sufrirlo, debido al comportamiento diferente de los materiales frente a las frecuencias.
Por otro lado, las pequeñas turbulencias suelen ser el desencadenante más habitual del maldito efectito de marras, por lo que si pedaleas por una zona ventosa, unas ruedas de poco pérfil serán tus mejores aliadas.
En las bajadas es recomendable llevar el peso bien cargado sobre la rueda delantera, por lo que deberemos adquirir una posición lo más racing que nos permita la geometría de nuestra bici.
El ciclista es otro de los factores esenciales a la hora de evitar el problema, ya que una sujección excesivamente rígida del manillar puede provocarlo.
¿Qué hago si aparece el efecto Shimmy?
Cómo decía en el chiste: «pónganse el DNI en la boca y recen conmigo…», es broma. Lo primero que debemos hacer es no perder la calma, ya que las vibraciones que vamos a sufrir son bastante limitadas y si somos capaces de mantener la calma, no nos van a tirar de la bici.
Lo primero que haremos será sujetar el cuadro de la bici con las rodillas, lo que nos hará un bloque con mayor capacidad de absorción e iremos reduciendo poco a poco la velocidad usando únicamente el freno trasero, ya que si accionamos el delantero añadiremos más vibración a un cocktail ya muy cargado y la bici puede derrapar de la rueda delantera.
Manteniendo una velocidad controlada, normalmente por debajo de los 50km/h evita que aparezca el amiguito Shimmy.
Así he solucionado yo el problema
Al vivir en una zona ventosa, las ruedas de pérfil no son mis mejores aliadas, así que he quitado las Visión 35 team DISC de la BH RS1 y las he sustituido por unas DT Swiss Roval R470. No es que sean las mejores ruedas del mundo, pero tampoco voy a gastarme un dineral en unas de carbono para luego seguir con el mismo problema.
Por otro lado, hemos retirado todos los espaciadores del manillar, dejando la potencia los más baja posible.
Hay que tener en cuenta que cada marca y modelo de bicicleta tiene una altura máxima y mínima recomendada por el fabricante, por lo que si no te haces a ese rango, puede que la talla o el modelo de bici no sea el tuyo.
Con esas modificaciones corrí la famosa prueba cicloturista de La Blan, un reto de carretera en el cual nos enfrentamos a 156kms de asfalto, con 2200mD+ en un día bastante ventoso.
Reconozco que iba bastante cagadillo, ya que si la bici vibraba…iban a ser muchas horas tenso como la cuerda de una guitarra, pero por suerte en toda la prueba no hubo ni siquiera un pequeño amago.
La posición me resultó extrañamente cómoda, así que cuando vaya la semana que viene a hacer el bimecánico al Estudio ROTAE, trataremos de mantener la altura del manillar tal y como está.
¿Has sufrido alguna vez el efecto Shimmy? ¿Cómo lo has solucionado?
Muy interesante. Ahora que lo dices, ayer en La Blan, en las bajadas pronunciadas de la zona Laguardia y Labastida, donde pegaba el viento de cara y lateral, si noté ese efecto, como que el manillar iba un poco loco izquierda-derecha a pesar de ser una recta, una sensación muy rara, incontrolable. Casualidad o no, tengo una Orbea Avant, de aluminio con horquilla de carbono, pero ruedas de poco perfil. Al contrario de lo que aconsejas, agarraba fuerte el manillar cuanto mas se movía, menos mal que eran bajadas no muy largas. Tomo nota para la próxima, gracias.
Aupa compañero!!! según me dijo el mecánico, en las bicis que mezclan aluminio y carbono es más habitual que se de ese efecto ya que deben tener diferente «frecuencia» o comportamiento ante las vibraciones. Lo de sujetar fuerte el manillar, hay que diferenciar entre firmeza y bloqueo…que es lo que me suele pasar a mi. Cuando vibra hay que sujetar con firmeza, para no salir despedido y evitar que se descontrole en exceso, pero con cierta soltura para no convertirnos en parte del problema, transmitiendo mayor vibración al conjunto…vamos, que es más fácil hacerlo que explicarlo…jajaja.
Los vientos diagonales son el peor enemigo en estos casos, ya que producen unas turbulencias que flexan la rueda delantera lateralmente, lo que inicia la «sonata».
A ver si me pongo y termino el vídeo de la Blan, que me lié con el del efecto Shimmy…jaja.
Un saludo y a ver si coincidimos más veces!
Gracias por las aclaraciones.